Día de la Paz: Yoga para encontrar paz interna en la montaña rusa de la vida

Para describir la vida se suele usar como símil una montaña rusa, se dice que nunca es lineal y que el camino tiene picos altos y también depresiones profundas. En este recorrido sinuoso; donde nos acompañan nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra alma; es lógico que diversas emociones se disparen y sea difícil mantenernos ecuánimes cuando el rumbo es agitado, cuando el miedo a la incertidumbre nos desespera o cuando el estrés rompe nuestros límites.

Es en esos momentos donde todo nuestro aprendizaje sobre el yoga se pone a prueba y entendemos que aquellas sesiones sobre nuestro mat de yoga se convierten en una alternativa más para sortear situaciones desafiantes. Tal como Percy García comentaba en la entrevista que nos brindó, el yoga es una herramienta védica tan útil ahora como lo fue hace miles de años, porque es práctica. Tiene efectos tangibles que se manifiestan de inmediato y puede aplicarse en todo momento. En la antigüedad, ayudó a miles de personas a liberarse del estrés causado por las guerras, las inundaciones, las invasiones o la sobrevivencia; ahora puede ayudarte a ti a liberarte del estrés, la ansiedad, las dolencias del alma, el sufrimiento.

 

 

 

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Aceptar el camino serpenteante, entendiendo que ni el dolor, ni la felicidad son permanentes; que la vida no es estática

Niko Kisic, director de The Yoga Workshop, nos dijo hace un tiempo que el yoga es un entrenamiento que estimula el cuerpo físico, abre los canales energéticos y nos permite sentir un profundo estado de calma. Llegar a ese estado no es otra cosa que estar presentes, conectados con el momento. Donde la mente, el cuerpo y el alma se encuentran unidas en un mismo tiempo. Aceptar el camino serpenteante, entendiendo que ni el dolor, ni la felicidad son permanentes; que la vida no es estática.

Paz interna no significa negar lo que sucede afuera o callar las emociones que no queremos; al contrario, es aceptar el momento tal como es, junto con las emociones que el cuerpo está viviendo. Si hay estrés, ansiedad, miedo, confusión, tristeza; conectar con esa emoción. Observarla para entender de dónde proviene.

Como comentaba Daniela Sarfati, cuando el tiempo sea desafiante, una forma de enfrentarlo es preguntarse ¿Qué nos está dejando?, ¿Qué podemos aprender de esa situación, qué nos quiere enseñar? 

 

 

Cambiar esa perspectiva puede ayudarnos a ver la vida con más amabilidad y el temor al camino sinuoso se disuelve en cada respiración consciente.