Una sesión de yoga usualmente está compuesta por posturas físicas que pueden ser clasificadas como asanas de inmovilidad, respiración, inversión, verticalidad, apertura o equilibrio. De todas ellas, las más retadoras suelen ser las posturas de equilibrio porque nos demandan alta preparación física y esfuerzo mental. Sin embargo, aprender a ejecutarlas puede brindarnos grandes beneficios.
Como su mismo nombre lo dice, las posturas de equilibrio son aquellas donde aprenderás a activar todo el cuerpo para poder permanecer en balance durante su ejecución, manteniendo estable la parte derecha e izquierda y poniendo atención en el centro de tu ser.
Beneficios de las posturas de equilibrio
Los beneficios de las posturas de equilibrio pueden manifestarse a nivel físico, mental y, a partir de ahí, pueden traernos efectos muy positivos a nivel emocional y espiritual.
A nivel físico, las posturas de equilibrio permiten aliviar los dolores y molestias de espalda porque su práctica fortalece la columna vertebral. Además, favorece el funcionamiento de los órganos internos al reforzar el sistema nervioso central y ayudar a mejorar la circulación sanguínea. Asimismo, realizar posturas de equilibrio con frecuencia te permitirá fortalecer los brazos, las piernas, pies, tobillos y abdomen. Por último, reduce los problemas de estreñimiento y mejora la estabilidad, flexibilidad y coordinación muscular.
Si de beneficios mentales se trata, las posturas de equilibrio son muy útiles para mejorar la capacidad de concentración y atención porque para lograr su ejecución será necesario la práctica de la respiración consciente y el desarrollo de la mirada enfocada (Drishti), la cual es un ejercicio constante para aprender a estar en el momento presente tomando consciencia de que cada pensamiento que surja no es permanente y podemos observarlo sin generar apego hacia él. Esto último, también tendrá un impacto positivo para ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad que podamos estar atravesando.
Los beneficios logrados a nivel físico y mental, se manifestarán en el plano emocional y aprenderemos a reforzar nuestra seguridad interna para mantener el equilibrio sobre nuestro mundo emocional, nuestra conexión con el espíritu y nuestra capacidad de meditación se verá altamente favorecida.
¿Qué necesitas para lograr una buena ejecución de posturas de equilibrio?
Antes que nada, a nivel físico necesitarás una base firme con tus brazos o piernas (dependiendo de la postura de equilibrio que estés desarrollando) y activar la fuerza de tu abdomen para ayudarte a alinear ambas partes de tu cuerpo con el campo gravitacional de la tierra. Lo siguiente es aprender a observar y corregir la alineación de tu cuerpo, conociendo el punto o colocación exacta para lograr el equilibrio total.
Por último, mantener la observación no significa que debes generar estrés; al contrario, un cuerpo relajado requerirá menos esfuerzo para mantenerse en equilibrio por más tiempo. Para ello, puedes ayudarte de la respiración, siendo consciente de cada zona y constatando su estado. Si hay una zona tensa, inhala – exhala y suelta la rigidez.
Recomendaciones para lograr las posturas:
Si eres de las que están empezando la práctica de yoga y tienes muchas ganas de lograr una buena ejecución de las posturas de equilibrio, te brindamos las siguientes recomendaciones:
- Pierde el miedo al caer, como ya te comentamos este tipo de asanas requieren un desarrollo un poco más elevado de nuestra concentración y el entrenamiento de nuestro cuerpo físico. Sin embargo, puedes empezar a practicarlas ya sea si eres un yogui principiante o experto. Lo único que debes tener presente es que la práctica hace al maestro e inevitablemente deberás pasar por una que otra caída en el intento. Ve más allá de tu miedo a caer y arriésgate a probar poco a poco este tipo de asanas. Recuerda que para aprender a caminar también tuvimos que pasar por algunas caídas; pero eso nunca nos detuvo.
- Prioriza tu seguridad, si bien es cierto es importante aventurarnos a intentar para aprender; también considera generar un ambiente propicio para evitar lesiones o golpes muy duros. Para ello, será ideal contar con una esterilla de yoga que te brinde un alto nivel de seguridad que evite que tu cuerpo se deslice al momento de ejecutar alguna de las posturas de equilibrio.
- Paciencia, tu cuerpo está aprendiendo nuevos movimientos y requerirá tiempo y dedicación. Sé paciente y compasivo con tu ser y dale el tiempo que necesite para integrar estos nuevos movimientos. Si no te sale luego de varios intentos, no te frustres; es parte del proceso de aprendizaje.
- Encuentra tus apoyos ideales, si no lograr ejecutar la postura completamente o ya logras ejecutarlas con facilidad; puedes acompañar tu práctica con accesorios de yoga como bloques de yoga o correas de estiramiento para apoyarte y aprender poco a poco o para llevar la postura a otro nivel.