El yoga es la disciplina milenaria que se inserta en el mundo occidental como una herramienta útil para ayudar a reducir los altos niveles de estrés, ansiedad y para encontrar calma en un mundo acelerado ¿Sabías que, además de contar con innumerables beneficios para los adultos, también existen estilos o métodos de enseñanza de yoga para niños y niñas?
Para aprender un poco más sobre el yoga para niñas y niños, decidimos conversar con Patricia Perea, human coach en Shambhala Yoga Perú.
Patricia Perea, psicóloga especialista en niños adolescentes y familia, nos explica que el yoga para niños consiste en facilitar la conexión a nivel mental, físico y espiritual de cada alumno mediante una metodología que se adapta a las necesidades de cada grupo etario. Dicho método de enseñanza suele incluir canticos, cuentos, visualizaciones, musicoterapia, entre otras; que impulsan a cada niña o niño a experimentar con sus movimientos e interioricen las posturas del yoga. Para lograr el enfoque de cada participante es ideal que sea realizado en un ambiente amplio y con pocos elementos distractores; pero donde se incluyan juguetes o herramientas que cada maestro va incorporando paso a paso. Por ejemplo, “yo tengo un Teddy yogui que hace las posturas de yoga y también uso los cuencos para estimular a mis niños a través del sonido”, comenta Patty Perea.
¿A partir de qué edad un niño puede empezar a practicar yoga?
Lo ideal es a partir de los 3 años en adelante. Sin embargo, desde mi experiencia, considero que puede ser hasta antes de esa edad porque veo en los pequeños una generación de mentes brillantes que, en muchos casos tendemos a subestimar su capacidad de comprensión y entendimiento. Las niñas y niños de ahora son visuales, cinestésicos; les gusta experimentar con su cuerpo. Por ese motivo, diseño cada clase de acuerdo a la edad de los niños. Trabajo con el juego, el canto, la intención de los movimientos. La meditación desde la visualización cantada o como cuencos que les permitan sumergirse a través de la música.
También existe otro sistema que es dictado para las mamás con bebés al cual le denomino “mamá-bebé canguro” donde la madre puede liberar el estrés acumulado y también se profundiza la vinculación entre bebé y mamá.
¿Cómo motivar o inspirar a un niño/niña para que empiece a practicar yoga?
El yoga para los adultos ha llegado como una herramienta para calmar o bajar los niveles de estrés. El yoga para niñas y niños llega por una recomendación que puede hacer un experto (médico, psicoterapeuta, maestro) o porque es inspirado directamente desde los padres que también practican la disciplina.
En ambos casos, lo ideal es que las niñas y los niños decidan y elijan sus disciplinas. Por tanto, la inspiración se da mediante la libertad que tiene un niño de elegir si él o ella quieren practicar el yoga y gozar sus beneficios.
¿Cuáles son los beneficios del yoga en los niños?
El yoga es una disciplina de beneficios integrales para las niñas y los niños. Para empezar, regula la parte emocional, física y, por ende, beneficia el estado mental de los más pequeños de casa.
A nivel físico, el yoga contribuye a la flexibilidad, fortalece músculos, mejora la postura y la circulación de los órganos internos. A nivel emocional, ayuda a canalizar la tristeza, la alegría, la ira mediante el aprendizaje de técnicas de respiración o a través de visualizaciones. Ayuda a que los niños trabajen con su frustración y tolerancia con ellos mismos mediante las posturas de yoga que no les salen en un inicio y que aprenden a dominar poco a poco.
Uno de los aportes más importantes, desde mi perspectiva, es que el yoga contribuye a desarrollar progresivamente la empatía; que nace desde el amor, la compasión con uno mismo, para después transmitirla al entorno. Asimismo, fortalece el sentido de cooperación porque durante las clases grupales los niños se ayudan entre sí, sin juzgarse. No hay valor de juicio. Es su hora, es su espacio.
¿Qué recomendaciones brindarías a los padres que desean que sus niños practiquen yoga?
En primer lugar, dejarles que decidan si quieren practicar o no practicar la disciplina. Los padres pueden motivarlos a ir a una clase de yoga de prueba; pero luego deben darles a sus pequeños la autonomía de decidir sobre si quieren o no practicarlo.
Otra recomendación es que, si su niña o niño quiere practicar la disciplina debe tener sus elementos como su tapete de yoga y su tapa ojitos.
Una tercera recomendación es evitar que sus niñas o niños se sientan obligados a seguir etiquetas o estilos de vida que sean afines a la disciplina; por ejemplo, ser vegetarianos, veganos o crudiveganos. Cualquiera de los estilos de vida debe ser elegidos por ellos, no impuestos.
Por último, recomiendo mucho que las mamás y los papás puedan darse un tiempo para involucrarse en las actividades de sus niños o niñas. Intentar disfrutar con ellos y de sus clases de yoga. Jugando y disfrutando.