Entrevista a Susan Meier

Susan Meier, 26 años de edad – Profesora de Anusara Yoga en BALANCE STUDIO y ZENDA YOGA

¿Hace cuánto decidiste ser profesora de yoga?
– De alguna manera, creo que siempre quise ser profesora de yoga, recuerdo que de chica amaba armar coreografías de baile para mis amigas y para las actuaciones del colegio, me paraba al frente a organizar y enseñar. Recuerdo decirle a mi mamá que quería pararme al frente de la gente para enseñarles a moverse y que se sientan bien consigo mismos. Siempre consideré que había algo increíblemente terapéutico en expresarse a través del cuerpo.

Años después cuando terminé el colegio, no tenía idea de qué estudiar y elegí la carrera en la que pensé mejor me podría ir, publicidad en la PUCP. Terminé la carrera, trabajé como redactora creativa y me consumió el estrés. Decidí buscar una disciplina o deporte que me pudiera ayudar con eso, pero recuerdo no estar dispuesta a pagar por unas zapatillas deportivas. Quería ahorrar. Así que pensé en algo que me permita estar descalza y fue así como llegué al yoga. Tomé mi primera clase, y durante el savasana recordé mi infancia, lo feliz que era enseñando y lo bien que me sentía al moverme. Ese fue el día en donde ya no pude volver a dejar de practicar, en donde mi pasión de la infancia se transformó en ese pedacito de felicidad que tengo ahora, al que le llamo ser profesora de yoga. El proceso no fue inmediato, de hecho practiqué un par de años, luego estudié un par de años más – aún sigo haciéndolo – y ya llevo dos años enseñando. Me alegra muchísimo no haber querido pagar por esas zapatillas.

¿Actualmente en dónde enseñas?
– En los centros de yoga: Balance Studio, Zenda Yoga, Puro Hot Yoga y en ATMA Wellness Center.

¿Qué es el yoga para ti?
– El Yoga es la conexión de nuestra individualidad con lo universal y la liberación que se genera al recordar que no están separados y que somos una sola energía.

¿Cuál o cuáles son los estilos de yoga que practicas?
– Anusara yoga.

¿Podrías describirnos cómo es una de tus clases y alguna característica particular?
– Como sigo los lineamientos de mi escuela, en mis clases hay una conversación inicial sobre una temática específica, el canto de la invocación/mantra de la escuela, luego viene la práctica de asanas con una alineación terapéutica que evita generar una lesión a corto y a largo plazo – los profesores de anusara generalmente no practicamos mientras enseñamos; nos mantenemos alertas y pendientes de nuestros alumnos. Luego cierro con Savasana seguido de unas palabras relacionadas a la temática inicial.

Además de la estructura, personalmente me gusta generar comunidad entre los alumnos, lo que en Anusara llamamos una Kula, me gusta conversar con ellos, mis clases no son silenciosas, siempre trato de sacarles una sonrisa o hacerles reír y, finalmente, darles conocimientos de terapia física de columna para corregirles la postura.

¿A quiénes considerarías tus maestros en yoga?
– Considero que mis principales maestros son Benita Wolfe Galván y Desiree Rumbaugh, a quienes admiro muchísimo. Sin embargo, son varios maestros que han aportado en mi formación, como Andrew Rivin, Gaby Zermeño, Martin Kirk y Priya Camargo. En temas de filosofía de Yoga son Sally Kempton, Bill Mahoney y Carlos Pomeda.

¿Nos podrías contar un poco sobre tus gustos en general (música, arte, viajes, lectura u otro)?
– En cuanto a gustos musicales me gusta escuchar las melodías y admirar la capacidad y talento de los músicos, mientras más complejas o culturalmente interesantes son las melodías, más me agrada. Entonces, no me gusta encasillarme en un género musical.

Por otro lado, amo viajar, conocer nuevos lugares y escaparme de la rutina, amo los libros, aunque nunca fui mucho de leer novelas o historias, prefiero los libros de filosofía.

¿Qué disfrutas más de la vida?
– Tener el suficiente tiempo libre para disfrutar de mi misma y para enseñar yoga, incluso me hace más bien enseñarlo que practicarlo.

¿Cuál ha sido tu más grande logro?
– Ser independiente desde muy temprana edad, el siempre ser feliz y ser la persona quien quiero ser.

¿Tienes alguna anécdota que te haya marcado en tu vida y como persona?
– Lo que me marcó muchísimo fue que, por querer complacer a mi familia en ser profesional y por sentir la presión de ceñirme al sistema, terminé viviendo para trabajar en algo que me hacía infeliz. Sin embargo, con eso también aprendí el significado de sacrificio, que cuando tienes un futuro en mente por el que vale la pena arriesgarlo todo, el presente – aunque sea estresante – se puede volver llevadero. De esa manera, seguí siendo infeliz en mi trabajo, pero cada fin de mes me sacaba una sonrisa, porque ese dinero era para poder estudiar lo que hoy amo, enseñar yoga. Al certificarme era la única profesora de Anusara Yoga en Perú y nadie quería contratarme. Muchas veces solo sentía miedo y pensaba si lo mejor sería regresar a lo seguro, a la publicidad; pero, elegí arriesgarme. Nunca me rendí.

Mi mejor anécdota como profesora fue aprender de la resiliencia de una alumna que llegó a una clase que dicté. La vi hacer balances de brazos con un brazo amputado y usando bloques como soporte, fue realmente inspirador.

¿Qué proyectos realizarás próximamente y cuáles tienes en mente?
– Seguir estudiando. En agosto espero la llegada de Benita Wolfe con quien podré llegar a prepararme aún más como profesora de anusara. También me gustaría comenzar a dictar talleres de anusara para terapia de columna.

 

“El yoga es la conexión de nuestra individualidad con lo universal y la liberación que se genera al recordar que no están separados y que somos una sola energía.” – Susan Meier