ENTREVISTA A ORNELLA PUCCIO

Nombre: Ornella Puccio.
Disciplina de Yoga que practica: Yoga Terpéutico y Vinyasa Yoga.
Hace cuántos años descubrió yoga: Hace 13 años.
Una postura del Yoga: Balance de brazos porque trabaja mucho la ecuanimidad y el equilibrio.
Algo que disfrute hacer en sus tiempos libres: Crossfit, me parece una parte muy yang.
Un libro que recuerde mucho: Bhagavad – gita
Un mantra que tenga presente: Cuando puedes ver las cosas de otra manera, las cosas cambian. Me gusta porque creo que siempre puedes empezar a cambiar tus experiencias a través de la actitud con la que enfocas las situaciones.

 

No cabe duda que el yoga es una disciplina que transforma la vida de las personas que lo practican, un claro ejemplo de ello es Ornella Puccio; quien con esfuerzo y trabajo había logrado consolidarse como una de las modelos más reconocidas del país. Sin embargo, el día menos esperado, entró a una clase de yoga y a partir de ese instante, su destino tomaría nuevos rumbos. Ahora, ya como especialista en Yoga Terapéutico y Ayurveda Coach, nos recibe en su estudio con una amplia sonrisa para contarnos un poquito más sobre ella y su historia con esta hermosa disciplina.

Ornella, cuéntanos un poco ¿Cómo conociste el yoga?

Conocí el yoga hace, más o menos, 13 años. Como suele pasarles a muchas personas, conocí la disciplina de casualidad. Yo iba al gimnasio a entrenar y una de mis clases preferidas era, en ese entonces, el Spinning. Un día me dijeron que esa clase no iba a realizarse así que decidí entrar a una clase de yoga. A partir de ese día me conecté mucho con la disciplina porque sentí que realmente pude calmar mi mente, sobre todo en el Savassana final.  Para mí, esa clase fue reveladora porque me encontraba en una etapa de cambios y muchos retos; me acababa de mudar de la casa de mis padres, era padre y madre para mi niña de cuatro años y vivir con ella sola era súper duro. Además de eso, estudiaba Marketing y trabajaba muchísimo.

A nivel económico me iba muy bien, estaba creciendo, había podido independizarme y comprar un departamento; pero sentía un vacío. Entonces, cuando en esa clase pude calmar mi mente; que estaba tan revuelta, siempre pensando en “hacer – hacer” para el futuro, siempre enfocada en el futuro, con mucha ansiedad; dije ¡Guau! Quiero seguir haciendo esto porque no quiero repetir viejos patrones con mi hija.

 

“El yoga me ha ayudado a encontrar una felicidad más allá de lo que pueda suceder fuera o de lo que la mente nos dice…”

 

 

 

¿A qué te refieres con “no repetir viejos patrones”?

Siento que muchas de nuestras limitaciones no vienen necesariamente de nuestra mente, muchas veces son los patrones y creencias que heredamos de nuestros padres o abuelos. En mi caso, por ejemplo, la ansiedad era un tema muy marcado en mi vida por herencia de mi mamá que siempre me decía “hija no, no salgas, no vayas aquí, ten cuidado de esto”. Siempre con mucho miedo. Con el yoga vas quitándote esos velos y dándote cuenta que siempre puedes encontrar la felicidad y ser luz. El yoga me ha ayudado a encontrar una felicidad más allá de lo que pueda suceder fuera o de lo que la mente nos dice y a saber diferenciar lo que uno realmente es de lo que uno puede estar viviendo.

 

“… el yoga me ha regalado esa posibilidad de comenzar a cambiar los lentes con los que miro las cosas, llevar una mejor perspectiva de la vida y tener una mejor actitud.”

 

Entonces decidiste continuar tu práctica…

Sí, ese fue mi inicio, luego empecé a buscar más y tomé clases de yoga Kundalini, un estilo lindo muy relacionado a los mantras y a la meditación. Después me animé a practicar un yoga más físico y así continué como practicante. No siempre fui constante, como muchos, solía dejar de practicar; pero siempre retornaba porque necesitaba ese equilibrio, esa armonía que solo conseguía con las clases de yoga hasta que decidí hacer un profesorado de yoga acá en Lima.

Me acuerdo que fue con los chicos de Ashtanga Yoga, Pedro y Laura, quienes hacían certificaciones de yoga inspirados en el Ashtanga. Más adelante, tomé cursos con Percy García y realicé el módulo de “Vida al Máximo”. Luego, comencé a trabajar con alumnos que tenían lesiones y eso me llevó a profundizar en conocimientos de anatomía y biomecánica. Fue a partir de eso que decidí estudiar Yoga Terapéutico en la India y decidí viajar a una de las cunas del Ayurveda.

Por último, hace unos años comencé a formarme como profesora de yoga para niños con un módulo de “Play Yoga” de Barcelona y este año estoy apoyando a “Vicens Vives”, una distribuidora española con la que hemos difundido el libro enfocado en yoga para niños de una autora italiana. Eso es lo bonito del yoga, puedes compartirlo con muchas personas no importa tu condición física o mental, siempre hay algo que el yoga puede regalar.  A mí, por ejemplo, el yoga me ha regalado esa posibilidad de comenzar a cambiar los lentes con los que miro las cosas, llevar una mejor perspectiva de la vida y tener una mejor actitud. Todo eso es lo que trato de compartir a todos mis alumnos, tanto a niños como a personas grandes.

 

 

Desde tu experiencia ¿cuáles son las señales que te invitan a ser profesora de yoga o saber que estoy preparada para serlo?

Yo creo que existen todas las posibilidades, hay de los que completaron un profesorado y se sienten listos para salir a enseñar y compartir. Pero hay personas que hacen varios cursos de profesorado y aún no siente que sea su momento. Creo que no hay una receta, creo que cada uno se da cuenta cuándo ha llegado el momento de compartir desde el amor o pasión que tenga por la disciplina. Pero siempre tomando la enseñanza de manera responsable porque estamos trabajando con el cuerpo de otra persona y también podemos lesionar mucho con el yoga.

 

¿Cómo es la experiencia de trabajar con niños?

Cuando trabajamos con niños debemos tener claro que estamos jugando. Estamos haciendo yoga, sí, pero de una manera lúdica. El yoga trabaja mucho con imitar la naturaleza y podemos utilizar eso para crear un viaje mágico para ellos. A eso le añadimos la respiración, con la finalidad de que aprendan a buscar ese espacio de paz, libre del ambiente competitivo que suele darse cuando practican otros deportes, disciplinas o en otros ámbitos.

Lo que se busca es que sea un momento en el que todos brillamos, un momento en el que todos somos lindos y nos amamos tal y cómo somos. De esta manera ayudamos a trabajar la autoestima y el trabajo en equipo ya que, cuando se trabaja en grupos, hacemos que todos sean parte del equipo y que todos nos apoyemos. Somos soporte el uno del otro, buscamos compartir, unirnos. Por último, el yoga beneficia mucho a los niños porque les ayuda a trabajar la atención, que es uno de los principales problemas de la etapa.

 

“Con el yoga los niños aprenden a crear un espacio de calma y paz donde puedan canalizar sus emociones conectando con su respiración y calmando su mente.”

 

Sobre todo, en esta época en la que los niños están expuestos a muchos estímulos…

Sí, suelen estar expuestos a muchos estímulos ya que desde muy pequeños tienen muchos aparatos cerca. Además, clases o tareas exigentes que producen estrés o que les hacen sentirse emocionalmente inseguros. Con el yoga los niños aprenden a crear un espacio de calma y paz donde puedan canalizar sus emociones conectando con su respiración y calmando su mente.

 

 ¿Desde qué edad consideras que un niño o niña está preparado para el yoga?

Basada en la experiencia con mi ahijado, que tiene 3 años y ya sabe hacer algunas posturas, creo que desde esa edad ya se podría compartir algo

 

¿Consideras que la tendencia a practicar yoga ha crecido en los últimos años?

Sí, definitivamente se ha convertido en una tendencia buscar bienestar; así que la cantidad de personas en el futuro que podrían estar interesadas en hacer yoga es muy amplia. Lo importante sería que las personas valoren cada vez más el trabajo del profesor quien debe invertir de forma continua en capacitaciones.

 

 

Contáctate con Ornella Puccio:

Instagram: https://www.instagram.com/ornellayoga/

Facebook: https://www.facebook.com/PersonalYogaOrnellaPuccio/

Correo: personalyogalima@gmail.com

Clases personalizadas en La Aurora (Miraflores), grupo máximo de 6 personas: lunes y miércoles 7:00 am – 8:00 am y 7:30 pm – 8:45 pm.

 

||| Entrevista realizada por: Claudia Chalán Ayala, Relaciones Públicas y Prensa – lāal.