PERFIL:
- Vanessa Vílchez, Health Coach. Fundadora de AHAM.pe
- Antes de la meditación: 15 años de experiencia como Ingeniera de Sistemas
- Tipo de meditación: Meditación del sonido primordial que busca que podamos experimentar paz y podamos relajarnos a través de los mantras de meditación. Este mantra está basado en la fecha, hora y lugar de nacimiento de cada persona.
- Un libro: Las 7 leyes espirituales del éxito – Deepak Chopra
- Una frase: Encuentra ese lugar dentro de ti donde todo es posible.
- En sus tiempos libres: Le encanta disfrutar el tiempo con ella misma. Disfrutar un café (ama el café) o sentarse a ver el mar. Ama correr y montar bicicleta.
Nuestro cuerpo es una máquina de sabiduría, siempre sabe lo que necesita. Sin embargo, en muchas ocasiones la mente turbulenta se apodera de nosotros y dejamos de escucharnos, dejamos de sentirnos y empezamos a vivir de forma automática. Sin parar y sin descanso. Sentimos que vivimos intensamente; pero parece que nada nos hiciera feliz o nada fuera suficiente.
La historia de Vanessa Vilchez es, quizás, similar a la de muchas de nosotras. Con muchas metas por cumplir, muchos objetivos en el día, infinidad de responsabilidades y llena de actividad todo el tiempo. Pensamos que ese es el camino porque nacimos en una sociedad que exige ser rápido, multifacético, multitasking. Nos acostumbramos a la idea y de pronto…
Vanessa Vilchez
¿Cómo empezó tu historia con la meditación y el yoga?
Primero llegué al yoga y luego llegué a la meditación como tal. Hace aproximadamente unos 7 años y un poco más, yo estaba en un camino muy intenso de hacer-hacer y conseguir muchos logros a nivel profesional y desde todos los ámbitos. En ese proceso de nunca parar y estar constantemente en actividad empecé a desarrollar enfermedades y dolencias en mi cuerpo como migraña, dolores de cabeza intensos, problemas digestivos, gastritis, mi sistema nervioso alterado. No tenía una buena gestión de mis emociones.
Por ahí en el año 2014 llegó a su punto máximo. Ese año tuve un cuadro de vesícula muy fuerte. Fui al gastroenterologo y me diagnosticó vesícula perezosa y recuerdo que yo le dije [al médico] “sácame la vesícula porque quiero seguir trabajando y esto no me permite estar al 100%”. En ese momento el especialista me dijo: “Bueno, Vanessa primero te calmas. Estás con demasiado estrés”. Luego él me preguntó si yo hacía ejercicios o si hacía algún tipo de práctica que me relaje o que me genere balance. Fueron varias preguntas y cuando revisamos las respuestas el resultado fue que comía malísimo, dormía mal, tenía actividad intensa, trabajaba todo el día, no tenía pausas. Fue ahí que el médico me dijo “¿por qué no practicas yoga”.
En ese entonces elegí el yoga más intenso, el Bikram yoga. Dentro de la práctica, en la última parte siempre hacían una meditación y me quedé enganchada con esta última parte. A partir de ahí empecé a explorar que había más allá de los asanas y me metí un poco más en el tema de la respiración y en la meditación.
Chopra Center Certified Instructor
El paso de alumna a maestra
Luego del quiebre que experimentó mi cuerpo el 2014, investigué un poco más y empecé a hacer retos de meditación de 21 días con Deepak Chopra. Me metí a cursos y talleres para meditación y me quedé enganchadisima porque empecé a ver resultados en mí. Cambió mi perspectiva de ver la vida, aprendí la importancia de respirar, de hacer una pausa, de ver la vida completamente distinta y empezaron a sucederme cosas muy bonitas.
La técnica de meditación con la que más conecté tiene que ver con cómo respondemos a la vida, quiénes somos nosotros, qué queremos realmente en la vida, cuál es nuestro propósito y cómo mirar la vida con gratitud. Esa técnica que responde a estas preguntas, que tiene que ver con inhalar y exhalar, con estar conectado al momento presente acompañado de la repetición de un mantra; me llevó a estados de silencio cada vez más profundos y a encontrar más respuestas en mi vida de lo que realmente sentía y quería. Fue así que me animé a irme a retiros espirituales con Deepak Chopra en California.
En ese camino seguía encontrando más respuestas. Me relacioné mucho con el mundo del ayurveda y empecé a encontrar equilibrio entre mi cuerpo, mente y alma aplicando el yoga, la meditación. Mi vida dio un giro hacia el balance de salud, de consciencia, de paz, de conexión y de estar siempre muy centrada en tener esa capacidad de volver al centro para poder continuar.
Luego de ir al centro Chopra había un camino para volverte instructor calificado y dentro de las meditaciones que conocía sentí que ese era mi camino. Fue así que me certifiqué como maestra de meditación y ayurveda.
¿Quién eras antes y después de la meditación?
Hay una Vanessa antes y después de la meditación. Las personas que me conocían antes ahora se sorprenden y me dicen “¡Wow! Vanessa cuánto has cambiado”. La meditación termina llevándote a la elección consciente de hacer; entonces tiene la capacidad de desarrollar tu conciencia y darte un autoconocimiento de cómo estás viviendo la vida en este momento.
Antes yo respondía a la vida de una manera no adecuada; es decir, ante cualquier cosa que se presentaba lo hacía desde la cólera, desde la rabia, desde la inquietud. Hoy hay muchas cosas que me suceden; pero lo que me ha regalado la meditación es la capacidad de observar cómo reacciono ante determinados eventos y a partir de ello tomar una decisión consciente que está alineada realmente a quién soy yo y a lo que quiero desde la gratitud.
Empiezo a mirar con gratitud y veo que todo lo que me sucede es un aprendizaje. Entonces dejo de molestarme por lo que me sucede, tengo compasión por las personas y también conmigo misma. Me bajaron mucho las revoluciones. Sigo viviendo con la misma intensidad, pero con intensidad consciente. Lo que me permite tomar las pausas cuando realmente lo necesito. Eso es lo que la meditación me ha dado. Para mí es como tomar una vitamina diaria.
Meditación Primordial
Luego de todo este camino ¿Cómo defines la meditación?
Para mí meditar es la elección consciente de hacer. Entrar en un estado de conexión en el momento de la meditación para poder observarnos y poder conectar con tu real ser y a partir de ello tomar decisiones más conscientes que te acerquen a lo que realmente quieres. Que te lleva a la felicidad porque la felicidad es un estado consciente. Uno elige vivir feliz indistintamente de cualquier situación que puedas estar enfrentando. Calmar esa turbulencia mental que el día a día te puede dar.
Sentir mis emociones, navegarlas; pero también elijo cuanto tiempo esa emoción va estar en mí. Porque si la sostengo mucho tiempo me voy a quedar ahí.
El melodrama de la vida empieza cuando uno se queda pegado a sus roles. Todos tenemos roles en esta vida. Por ejemplo, yo actuaba mucho el rol de ser mamá en todas mis vinculaciones, entonces era la mamá de mi mamá, la mamá de mi pareja, la mamá de todos. La pregunta es cómo me doy cuenta o soy consciente del rol que estoy jugando. Yo siempre respondo, se dará de manera natural cuando la práctica de meditación sea constante.