Entrevista a Adriana Garavito: El yoga más allá de nuestra práctica en el mat

FICHA:

  •  ¿A qué te dedicabas antes del yoga?: Era periodista en revistas y periódicos.
  • ¿Hace cuánto tiempo practicas yoga? Desde hace 7 años 
  • Una frase que te inspire en estos momentos: “Con Calma”
  • Un libro que recomiendes a la comunidad yogui: Autobiografía de un yogui

 

 

Adriana Garavito – Profesora de yoga

 

 

La primera vez que escuché su nombre fue hace 8 o 9 años. En aquella época, ella redactaba para alguno de los principales medios escritos del país y era muy solicitada por las secciones de comunicaciones de distintas instituciones. Imagino la infinidad de veces que sonaría el teléfono de su área o los cientos de correos que recibiría todos los días. Aunque era muy joven como periodista ya tenía una línea de carrera importante y en ascenso. Sin embargo, un día dejó de aparecer en las bases de periodistas. Pensamos que quizá estaba en algún otro medio; pero no, Adriana Garavito no estaba más en prensa.  

Algunos años después, la vi a lo lejos dictando una clase de yoga en un evento al aire libre. Ahí estaba ella, compartiendo una clase gratuita con una vibra despreocupada, ligera,  buena onda. Después de eso, volvería a cruzarme con ella eventualmente en algún evento de yoga, en la tienda de laal o como profesora en un estudio de yoga de la ciudad. Siempre con su vibra ligera, andar despreocupado y su sonrisa tallada en el rostro. 

Decididas a conocer un poco más sobre Adriana y su camino con el yoga, le planteamos algunas preguntas a las que accedió a contestar siempre con la mejor disposición. Hoy nos comparte un poquito más de ella y lo que tuvo que enfrentar en su camino como profesora de la disciplina milenaria de la India y los retos que tuvo que sortear durante esta temporada de pandemia y confinamiento. 

 

 

Adriana – profesora de yoga

 

 

¿Desde hace cuánto conoces el yoga y cómo te animaste a incorporar la disciplina en tu vida?

Conozco el yoga desde hace 7 años y un poco más. En realidad, [el yoga] se incorporó a mi vida de una manera natural, muy orgánica. Empecé a ir a clases 2 por semana, luego 3 veces por semana y después fue diario. 

Con el tiempo, mi práctica se fue aligerando porque he ido incorporando otras actividades. Por ejemplo, ahora hago yoga 3 veces por semana y los otros días hago entrenamiento funcional. Aunque siempre procuro sentarme un rato a meditar y ser consciente de mi respiración. Por ese lado, se podría decir que hago yoga a diario; pero no a nivel físico, necesariamente.

 

Te desempeñaste como periodista en uno de los principales medios impresos del país ¿Cómo fue que decidiste apostar por el yoga?, ¿Qué te inspiró a ser profesora de esta disciplina?

Sí, escribía en El Comercio. Me iba super bien, estaba dentro de lo que yo quería. Decidí apostar por el yoga porque en un momento sentí que, como periodista, estaba contando historias que no sentía que tenían un impacto en la sociedad. Tuve años donde redacté historias que realmente me llenaban y, luego pasé a contar historias que yo sentía que no tenían una repercusión relevante en las personas. Justo en ese momento estaba haciendo yoga y me pareció un buen momento para dejar un rato el periodismo, tener un respiro y probar qué tal me iba con el yoga bajo la premisa que estoy compartiendo algo que puede tener un impacto positivo en otros. Esa fue la razón por la que decidí ser profesora. 

Aunque siento que entré a dictar muy pronto, creo que debí esperar un poco más. Ahora con los años me he dado cuenta de todo lo que he debido aprender antes de lanzarme a ser profesora. Pero la razón principal para lanzarme fue porque era lo único que quería hacer [risas]. Esa también fue la razón.

 

 

Adriana Garavito – Sirsasana

 

 

¿Cuáles son los principales retos que has debido enfrentar como profesora de yoga?

Uno ha sido darme cuenta que no estaba del todo lista para empezar a dictar y, tener que comenzar a recontra estudiar otra vez. Otro, abrir un poco la perspectiva o el panorama sobre todos los estilos de yoga que existen. 

Hace 7 años yo estaba muy ‘prendida’ del Vinyasana y solo del movimiento corporal, que no está mal; pero no veía toda la gama. Todo el lindo panorama que tiene el yoga, que puede funcionar de distintas maneras, dependiendo de lo que busques. El yoga te puede relajar, te puede energizar, te puede sanar emocionalmente y físicamente. 

Finalmente, otro reto fue decidir mi línea, encontrar un estilo propio. Encontrar un linaje que vaya conmigo, ha sido retador. Pero creo que ya lo encontré.

 

¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia y la cuarentena en tu vida?

Ha sido muy fuerte. Especialmente cuando recién nos encerraron en marzo del año pasado. Entre abril y mayo, fue una temporada muy dura para mí más que nada porque siento que, desde antes del yoga, he sido muy consciente de lo que pasa por mi mente y por mi cuerpo y eso, a veces, puede ser “contraproducente” si no lo sabes usar. 

La pandemia y el encierro hicieron que sea muy sensible a todas estas sensaciones más ‘tiradas’ hacia lo negativo y no supe cómo manejarlas. Las herramientas las tenía, pero no las usé bien. Entonces, fue muy fuerte. Sin embargo, después logré utilizarlas de manera correcta. Hice yoga, respiración, fui a terapia de manera online y ejercicio acá en casa. 

Además, la temporada de cuarentena y pandemia me sorprendió con mi hijita chiquitita. Yo soy mamá primeriza, entonces había muchas sensaciones que se mezclaron.

 

 

Adriana Garavito – laal yoga

 

 

¿Qué ha significado para ti el yoga en toda esta temporada de confinamiento y pandemia que estamos afrontando?

Viéndolo desde la perspectiva amplia ha sido importantísimo. Estar presente, lo más que pueda, ha sido la mejor herramienta que me pudo dar el yoga. Más allá de poner mi mat en el suelo y moverme. El movimiento llegó después. Por ejemplo, poder concentrarme y jugar con mi bebé y solo jugar con ella y no intentar trabajar o limpiar. 

Los primeros meses de pandemia me sentí muy mal emocionalmente y tuve esta herramienta para conectarme con el presente. A partir de ahí he podido regresar a la práctica física. Han sido como escalones que he tenido que dar para encontrarme nuevamente con el yoga.

 

¿Cuéntanos dónde estás enseñando actualmente y cuáles son tus proyectos a futuro?

Actualmente enseño en Veda de manera online, es una plataforma donde puedes encontrar un montón de clases de yoga que puedes probar durante 7 días de forma gratuita. Ahí también doy cursos y talleres de respiración. Trabajar en Veda como profesora y ser parte de su equipo me hace sentir muy bien. Es donde quiero estar.  

Es un espacio donde siento, que puedo compartir esta sensación de que, dentro de todo lo malo, ‘alguito’ bueno podemos sacar. Además, he mezclado los dos mundos porque enseño y escribo contenido y, todo lo hago a través del yoga. 

Uno de mis proyectos a futuro es repotenciar la tienda que tengo junto a mi socia que se llama Yogósfera, y también poder hacer cursos más profundos sobre respiración.