El 14 de febrero, como todos los años, celebramos el Día de San Valentín. Una fecha especial para todos aquellos que se encuentran en pareja. Sin embargo, en esta oportunidad nos gustaría ir un poco más allá del amor de pareja y hablar sobre los beneficios del yoga para amar en San Valentín.
Cuando se trata de “amor”, normalmente vinculamos el término con aquella etapa donde experimentamos sensaciones agradables producidas a partir de la compañía de otra persona. Sin embargo, el amor va más allá. El amor no solo podemos cultivarlo con nuestra pareja; también podemos dirigirlo a nuestros padres, hermanos, familia, amigos y hacia nosotros mismos.
Es más, la primera persona a la que debemos amar plenamente es a nosotros. De esta manera el amor que podamos brindarle a otros se forjará a partir de esa capacidad infinita que nos desborda y no a partir de nuestras carencias afectivas. En ese sentido, el yoga puede ser un camino para ayudarnos a adquirir esa capacidad de amar y de amarnos a través de nuestra práctica constante y consciente.
¿De qué manera? Pues, si ya has dado el primer paso para comenzar a vivir mejor, es señal de que el amor se está manifestando. Todos llegamos al yoga atraídos por la sensación de bienestar que la disciplina nos puede brindar. Eso ya es un indicio de que estamos haciendo caso a nuestro ser que está pidiendo atención y cuidado. Ya sea porque no puedes lidiar con el estrés, la ansiedad o porque quieres incorporar una nueva rutina saludable a tu día a día. Darle momentos de calidad de vida a nuestro cuerpo es apreciar lo valioso que es. Significa que en algún punto sabemos que merecemos bienestar y por ello buscamos herramientas que nos proporcionen una vida plena.
Conocer aquello que amas
Solo podemos amar aquello que conocemos. Por tanto, la disciplina milenaria de la India, a partir del ejercicio físico y las meditaciones basadas en la respiración, no solo te brindará momentos de calma. También logrará que puedas observar con mayor detenimiento cada parte de tu cuerpo, que las conozcas completamente. Que puedas saber qué partes son más flexibles, cuáles son tus zonas donde tienes más fuerza y aquellas donde aún necesitas reforzar. Poco a poco irás profundizando esa capacidad de observar y permanecer en el presente y descubrirás muchos aspectos que no conocías. Potenciales que ignorabas o vulnerabilidades que aún no notabas.
Amarnos completamente, con compasión. Aceptando lo que más nos gusta de nosotros y abrazando aquellas partes que queremos mejorar. Es a partir de ahí que empezamos a dejar de juzgarnos, de sobre exigirnos y de vivir con miedos profundos que no nos permiten ser felices con lo que ahora tenemos o a tomar real acción sobre nuestra felicidad.
Desarrollar nuestra capacidad de amar no solo impactará de manera positiva en nosotros. También tendrá consecuencias en las personas que nos rodean. En nuestras familias, amigos, en nuestra relación de pareja y en nuestra comunidad.
Enfrentamos tiempos de grandes cambios y el amor puede ser nuestro gran aliado. Cultiva el amor desde tu mat de yoga.