Nombre: Bruno Joāo Infantas.
Disciplina de Yoga que practica: Mi instrucción fue Hatha vinyasa, pero intento explorar diferentes estilos de yoga. Ahora estoy enfocado en el masaje tailandés y el acroyoga; pero, en mi practica individual, me gusta el Yin Yoga y el Power Yoga.
Una postura del Yoga: Balance de brazos.
Algo que disfrute hacer en sus tiempos libres: Me gusta hacer distintos deportes. Me encanta patinar; caminar; surfear; viajar, cuando tengo un poco más de tiempo.
Un libro que recuerde mucho: El Perfume.
Un mantra que tenga presente: Vivir el día a día.
Llegó la temporada de verano y es inevitable contagiarse de las ganas de salir, disfrutar del ambiente, del sol y de todo el paisaje que se ilumina cada mañana. Si nos animamos a dar una vuelta por el Malecón de Miraflores un domingo en la tarde, probablemente nos encontremos con un grupo de personas practicando yoga al aire libre guiados por João, más conocido como @ChicoYoga, quien lleva tres años como profesor en la disciplina y desde algunos años difundiendo el yoga desde este lado de la ciudad de Lima.
JOÃO Y EL YOGA
En pocas palabras, podríamos describir a João como un explorador con una curiosidad inagotable que lo motiva a continuar aprendiendo cada día. Siempre ha estado dispuesto a practicar todo tipo de disciplinas y, nos cuenta, que cada año intenta practicar y conocer una nueva; es así que a lo largo de su vida a hecho: Tai Chi, Surf, Artes Marciales, Skate, entre otras. “Algunas se han quedado en mi vida otras solo fueron una experiencia”, confiesa.
Conoció el yoga hace ocho o nueve año, en ese entonces estaba más enfocado al gimnasio y su primera impresión fue que era una actividad de ‘chicas’. Por eso, no era constante y practicaba por su cuenta viendo videos por Internet. “Me daba vergüenza ir a clases”, manifiesta.
Hay muchos hombres que tienen esa misma impresión del yoga ¿cierto?
Sí, yo era uno de ellos. La primera vez que tomé con seriedad la disciplina fue cuando realicé un training para instruirme. Ahí empecé con una práctica diaria y conocí no sólo la parte física sino los elementos espirituales. Aprendí el concepto del yoga, es decir, la parte más importante. Aunque muchas veces, lo más popular y lo que más vende, es la parte postural del yoga.
¿Qué te motivó a conocer el yoga?
Mi motivación para hacer yoga fue querer aprender más. Soy de las personas que siempre se ponen retos y quiere lograr algo nuevo. Por eso siempre quiero aprender cosas nuevas; para mí, estar en la vida en un aprendizaje constante es muy importante. El día que yo dejé de aprender algo me voy a sentir vacío. Espero que nunca dejé de aprender.
El yoga pudo haber sido una experiencia más en tu vida ¿Qué te motivó a profundizar en la disciplina y a integrarla a tu vida?
Me quedé con esto [el yoga] porque me convencí de muchas cosas. Mi entrenamiento fue muy abierto, no fue como un dogma impuesto sino con información que tiene mucha coherencia y sentido. Me compenetré bien con la práctica y la filosofía y lo incorporé a mi vida.
“El yoga es un complemento para la vida. Practicar yoga no te va a restar, pero siempre te va a sumar…”
¿Y cuál es el concepto/filosofía del yoga que te atrapó?
El yoga es un complemento para la vida. Practicar yoga no te va a restar, pero siempre te va a sumar en cualquiera de las prácticas que lo quieras hacer: meditando, cantando mantras, mediante la práctica postural o en cualquiera de los estilos. Yoga es un despertar de la conciencia, eso es lo que más me llama de esta disciplina, porque nos enseña a estar consciente, a vivir el momento. A veces nos comportamos como robots: nos despertamos, vamos a trabajar, regresamos a casa, dormimos y al día siguiente hacemos exactamente lo mismo, la misma rutina. Llega el fin de semana salimos a comprar, vamos de fiesta; luego nuevamente llega el lunes y odiamos que llegue ese día. A través del entrenamiento que tome pude adaptar mucho de la filosofía del yoga a mi vida.
¿Qué el yoga en tu vida?
El yoga es mi vida. No sé si lo enseñe siempre, pero ahora me siento muy feliz con lo que hago.
COMO NACE EL PROFESOR
Cuando llevó el profesorado de yoga no tenía como intención dar clases en la disciplina; él ya había elegido una carrera como Publicista y se dedicaba a ello. Sin embargo, los caminos de la vida le llevaron a enseñar.
“Un profesorado te da pautas, te da conocimientos; pero no te prepara realmente para ser un profesor.”
¿Por qué no empezaste a enseñar inmediatamente después del profesorado?
Porque no me sentía preparado, sentía que me faltaba experiencia. Un profesorado te da pautas, te da conocimientos; pero no te prepara realmente para ser un profesor. Para serlo necesitas mucha experiencia y yo no me sentía capaz de poder guiar una clase. Para aquellos que quieran ser profesores, yo recomendaría tener una práctica constante antes de ir a un profesorado.
¿Y cómo empezaste a enseñar?
Poco a poco se fueron dando las cosas. Primero con un grupo al que les enseñaba Tai Chi, al final de la clase hacia 15 minutos de estiramiento. Luego unos amigos, que también hacían surf, me dijeron para compartirlo con los jóvenes y nos juntamos tres amigos, uno trajo la música, otro organizó la actividad y así empecé a dar las primeras clases. Al inicio empezaba muy nervioso porque eran treinta o cien personas; pero después era increíble ver el resultado, observar que a la gente le gustaba lo que compartía, así empecé a tener más confianza.
Para mí dar clases al aire libre es un espacio para todos, un espacio que primero fue impulsado por mis amigos; pero ahora yo me siento bastante cómodo porque comparto yoga con personas que quizás no pueden llegar clases en un estudio o a aquellos que le gusta más las prácticas al aire libre. La idea de las clases es relajarnos, pasar un momento en comunidad y difundir el yoga, por eso, no hacemos posturas difíciles.
“He encontrado mi camino con el yoga.”
Y te convertiste en un profesor de yoga…
Sí, decidí dejar a un lado las comunicaciones. La publicidad y las relaciones públicas me dieron mucho, aprendí un montó; pero ya tuvo su tiempo. Quizás la publicidad me daba más económicamente, pero estaba un poco esclavo. Ahora, económicamente aún no he encontrado el camino tan generoso; sin embargo, estoy bien, estoy cómodo. Hago cosas que me gustan, la gente se va feliz, me abraza después de cada clase, me agradece y voy sumando en cada persona. Eso me motiva a seguir compartiendo, la felicidad del resto. He encontrado mi camino con el yoga. Además, al dar las clases también aprendo mucho de la gente, de la gratitud, porque a veces nos quejamos que todo está mal, que todo es un problema. Sin embargo, ver esta felicidad de comunidad a mí me retribuye mucho.
ACROYOGA
Los retos de João continúan, ahora está enfocado en difundir el Acroyoga, un estilo que aún tiene pocos practicantes pero que cada día gana mayor popularidad.
¿Qué es el Acroyoga?
Acroyoga es la combinación de dos disciplinas, básicamente, las acrobacias y el yoga. Luego se suma una tercera que es el mensaje tailandés. Es muy antigua, en la India se le conocía como Partner Yoga y se practicaba con un enfoque más terapéutico. A finales de los 80s e inicios de los 90s se desarrolla a través del nacimiento de dos escuelas grandes: Acroyoga International en California y Acroyoga Montreal en Canadá. En la escuela Acroyoga International se incorpora el y masaje tailandés, la acrobacia y el yoga; por su parte, en Montreal se realiza una práctica de Ashtanga yoga combinada con la danza. Aunque tienen el mismo nombre no son exactamente lo mismo.
“Lo bueno [del Acroyoga] es que no solo trabaja físicamente, sino que trabaja con tus miedos, con la confianza, con tus limitaciones.”
¿Cuáles son los beneficios del Acroyoga?
Lo bueno [del Acroyoga] es que no solo trabaja físicamente, sino que trabaja con tus miedos, con la confianza, con tus limitaciones. Desde mi experiencia, después de una sesión salía y sentía que era un superhéroe, me sentía capaz, sentía que yo podía hacer todo. Me dejaba con unas alas muy grandes. Esa sensación es increíble y por eso me gusta mucho.
Supongo que va más allá de la práctica individual al ser una disciplina de pareja ¿cierto?
Sí, el trabajo del yoga es de uno mismo, es interno; así que debe realizarse sin mirar a los costados. En el acroyoga no solo tienes que conocerte a ti sino también tener cuidado de la persona con la que estás trabajando. Además, normalmente, hay un tercer integrante que hace el rol del cuidador, y es un reto porque no solamente tienes que entenderte a ti sino entender al resto. Comprender la armonía de lo que está pasando, de la comunidad. Yo lo compararía como una discoteca saludable, holística. Se usa el término volar en vez de bailar y hay mucha diversión. Me divierto mucho con él acroyoga.
Parece que está muy presente la idea de comunidad dentro del Acroyoga.
Sí, de compartir, sonreír, de buscar la mejora en la comunidad. Hay muchos deportes en equipo que son muy individualistas, como el fútbol, donde cada uno quiere brillar por su cuenta.
¿Cualquier persona puede practicar Acroyoga?
Si eres una persona que practica yoga, baila, hace acrobacias puede ser más sencillo; pero eso no es determinante. Hay personas que no tienen idea de yoga y avanzan muy rápido en la práctica [de Acroyoga]. Siempre digo, si tú puedes caminar, entonces puedes hacer acroyoga. Porque para aprender a caminar necesitas un proceso, lo mismo pasa con el Acroyoga. Todos tienen que seguir un proceso y somos capaces lo importante es que salga del corazón.
Pero el aprendizaje de João continua todo el tiempo, es así que el último año estuvo en Europa adquiriendo nuevo conocimiento sobre distintos estilos de yoga y diferentes escuelas. Este año ha decidido regresar para la temporada de mayo – junio, pero mientras siga en el Perú continuará con su misión de difundir el yoga y ayudar a desarrollar la comunidad del Acroyoga a través de diferentes estudios de yoga, con clases privadas y desde el Malecón de Miraflores.
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||| Entrevista realizada por: Claudia Chalán Ayala, Relaciones Públicas y Prensa – lāal.