Lecciones para la claridad mental en un mundo agitado.
Los textos sagrados mencionan no sólo como crecer en el camino espiritual sino también algunos trucos que nos ayudan a mantenernos en el estado de conciencia plena. Lo interesante es que se pueden aplicar fácilmente en el día a día, y que podemos ver sus beneficios de manera inmediata.
Una de estas lecciones es conocida como “Los cuatro candados y las cuatro llaves” y está asociada a las interacciones sociales.
En la sociedad en la que vivimos es difícil mantenernos al margen de personas que viven confundidas por el dinero, el poder y el orgullo. Es por eso que las enseñanzas de Patanjali escritas en sus Yoga Sutras, hoy más que nunca, son una buena práctica para poder conservar nuestra Paz interior.
Cuando te encuentres con una persona feliz usa la llave de la amistad
Se nos invita a afrontar una barrera común: los celos. A veces cuando un amigo nos cuenta sobre su nuevo puesto de trabajo, sobre su compromiso de matrimonio o sobre su nueva adquisición tendemos a decir “Que bueno, felicitaciones” pero por dentro estamos pensando “¿Por qué él lo tiene y yo no?” o “¿acaso él merece algo así?”. En este caso es nuestra mente la que nos quiere jugar una mala pasada. Muchas veces nos sentimos víctimas de las circunstancias y dejamos que nuestra mente invente situaciones que nos hacen sentir que nos estamos “quedando atrás” o que no estamos haciendo lo mejor que podemos, pues nos comparamos con la felicidad que vemos en la otra persona. Realmente no sabemos que hay detrás de lo que nos dice esta persona y no tiene porqué interferir en nuestro estado mental, pues todos tenemos procesos de crecimiento diferentes.
La llave para este candado es la amistad. Sé amistoso con esa persona, deja que te contagie su alegría, así podrás separar tu estado mental de lo que sucede afuera, y podrás hacer que esa persona se sienta bien con lo que ha logrado.
Cuando te encuentres con una persona infeliz usa la llave de la compasión
Al reconocer que una persona está molesta o triste, en vez de molestarte con ella o sentir que está exagerando o portándose de manera inmadura, trata de ayudarla, dándole un consejo o dándole espacio si es que lo necesita. Invítalo a la reflexión, regálale un rato tu atención para que pueda entender porqué se siente así.
La llave es la compasión, ponernos en los zapatos de la otra persona y darnos cuenta de que se sienten infelices porque están sufriendo.
Cuando encuentres a una persona virtuosa usa la llave del deleite
No dejemos que la envidia nos saque de nuestra calma mental que tanto trabajo nos ha costado lograr y aprendamos a apreciar el valor del trabajo de otros. Disfrutemos de la música, las pinturas, las estrategias de negocios creativas, las innovaciones en diferentes campos, etc, todos somos Uno solo en el fondo, reconocer el valor de la creatividad en otros nos permite mantenernos presentes.
El deleite es la llave para mantener a nuestra mente quieta en estas circunstancias.
Cuando encuentres a una persona no-virtuosa (malvada o perversa) usa la llave de la ecuanimidad
En el mundo hay muchas personas que, por diferentes situaciones que han tenido que vivir en esta y otras vidas, tienden a protegerse y hacer daño a los demás, muchas veces sin querer. Cuando nos encontramos con que nos han robado algo, nos han estafado o nos han hecho daño, lo primero que nuestra mente nos dice es “Te quieren hacer daño, que injusta es la vida”. Sobre eso nuestra mente comienza a producir pensamientos de odio hacia la persona que nos ha hecho el daño, y eso afecta rápidamente nuestra calma y serenidad. Lo cierto es que podemos buscar una solución a estos problemas (denunciar un robo o una estafa, curarnos las heridas) sin tener que sentir odio y el resultado va a ser siempre el mismo. No vamos a dejar de tomar acción sobre lo que nos ha pasado por el hecho de no estar molestos. A veces creemos que “es necesario molestarse” pues la situación lo merece. Pero la verdad es que el único que se ve afectado por molestarse es uno mismo y, dado que nos queremos mucho, no deberíamos dejar que esto suceda.
La llave aquí es la ecuanimidad, entendamos que esa persona hizo lo que hizo porque está sufriendo en su situación actual y que no tiene los medios para mejorar y sentirse bien. Liberémonos de esa tensión de pensar que alguien nos hace daño porque nos odia, nunca es la verdadera respuesta. Si podemos mantener estas llaves en nuestra mente e identificar porque nos sentimos mal al interactuar con alguien, sabremos aplicarlas y regresar a nuestro centro y calma interior.
Las enseñanzas de los textos sagrados siguen vigentes, agradezcamos y aprovechemos estas herramientas para nuestro camino de crecimiento espiritual.
||| Artículo escrito por: Niko Kisic, Director de THE YOGA WORKSHOP y profesor en LIMA YOGA.